Son muchas variables que cuidar en esta etapa para asegurar un desarrollo adecuado de nuestros alumnos. La atención personalizada, que implica una evaluación del proceso evolutivo de los alumnos no sólo a nivel académico sino a nivel integral, así como la estrecha comunicación y coordinación con las familias. Todo esto hace que el camino en esta etapa tan prolongada e importante transcurra en una misma dirección y con un mismo sentido.

La labor cercana del tutor, la plataforma de comunicación Escuela-Familia y la labor del Departamento de Orientación cimentan este trabajo. Educamos y enseñamos con el deseo de que la cooperación escuela- familia potencie y solidifique nuestra labor educativa.

Uno de los aspectos más importantes de esta etapa, y que muchas veces no se potencia desde la escuela, es cuidar que el desarrollo de la persona en los ámbitos tanto personal como social de los alumnos.

Para ello es importante la creación de un ambiente de familia, de confianza entre los educadores y alumnos, donde estos últimos puedan reflexionar y decidir sobre sus acciones y las de sus compañeros.

La cercanía de nuestro estilo educativo salesiano fomenta el tratamiento de cualquier detalle en las relaciones sociales de nuestros alumnos que pueda mejorarse o servir como ejemplo, por lo que, la creación de un ambiente de diálogo y convivencia adecuada a su desarrollo está asegurado. 

Un Plan de Acción Tutorial basado en la educación emocional y en los valores fundamentales de respeto y convivencia, guiados por el Proyecto de Pastoral del centro y por el Proyecto Escuela Espacio de Paz en que el colegio participa desde hace años, posibilitan un desarrollo adecuado de interiorización de valores y conductas a cada curso de la etapa. 

Y, por supuesto, es en esta etapa donde la educación integral en todos los ámbitos sociales comienza a tomar forma. Una oferta en el tiempo libre atractiva y diversa nos hace recordar que nuestro centro es más que un colegio. En el tiempo libre Salesianos pasa a ser un lugar de encuentro para el ocio y para complementar la enseñanza reglada, asegurando en todos los casos la calidad educativa de las ofertas que en él se realizan. En ambos casos los jóvenes encuentran en el colegio un espacio recreativo, experiencial y motivacional donde poder desarrollarse fuera del horario escolar.