Nuestro centro, representado por alumnos de Secundaria y Bachillerato, fue testigo de como la ciencia, además de necesaria, también puede ser divertida y tremendamente práctica.
Los proyectos más interesantes, y que los alumnos más destacaron, fueron el horno solar automatizado, el estudio del cambio climático a través de los datos hidrológicos en Sierra Nevada y la procedencia de las alergias en el aire que respiramos.
Sin duda todo un acierto este proyecto “Europa 2038: La voz de los jóvenes” que acerca la ciencia a los más jóvenes y despierta sus inquietudes antes de que decidan que es lo que quieren ser de mayores.
Un gran día para despertar la curiosidad científica y el instinto investigador en nuestros chavales.