Dentro de la celebración de los 25 y 50 años de las revistas “Catequistas” y “Misión Joven” respectivamente, el Rector Mayor de los Salesianos tuvo un lugar privilegiado dentro del programa, proclamando la ponencia central del encuentro.

A lo largo de su presentación desgranó varias ideas enmarcadas bajo el título: “Llevar el evangelio a los jóvenes” y dentro de las palabras del Evangelio: “Llamó a los que quiso para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar” (Mc 3, 13-14).

A lo largo de su intervención valoró que espacios como las revistas “Catequistas” y “Misión Joven” son lugares privilegiados para evangelizar y, contando con estos espacios, destacó que para “salvar a los jóvenes” hay que convertirse en “verdaderos compañeros y apóstoles suyos”. Y a este respecto citó la catequesis que el 5 de agosto de 2009 el Papa Benedicto XVI realizó hablando del Santo Cura de Ars: “si entonces se daba la dictadura del racionalismo, en la época actual se registra en muchos ambientes una especie de dictadura del relativismo”.

Primero estar con Él

Destacó con palabras claras y con una interesante explicación el interés que los jóvenes sienten por Dios: “hay que levantar acta de que Dios interesa a los jóvenes. Un alto porcentaje declara que siente de algún modo necesidad de Dios y que está convencido de su existencia. A pesar de ello, no se deriva de ello la obligación del culto y de una moral coherente, y mucho menos se liga a la verdad que sobre Dios propone cada una de las Iglesias”.

Toda su intervención estuvo impregnada por una propuesta de autenticidad (tanto en el discurso como en su presencia): “antes de que el Evangelio ocupe su mente, deberá haber sido acogido en su corazón”. (…) “los jóvenes sienten la necesidad de encontrar discípulos auténticos de Jesús, ellos serán entonces apóstoles creíbles.”

Desgranó el relato de Emaus, como modelo de encuentro del creyente con Jesús. Como un verdadero camino para realizar.

Descubrir los obstáculos

A lo largo de su exposición habló también de los obstáculos que se encuentran en la actualidad para la evangelización: la desinformación; la visión subjetiva de Jesús; un pretendido diálogo interreligioso que pretende reducir a Cristo a uno más entro otros maestros de espíritu o fundador de religiones; o el valorar que Cristo ya no tiene nada que decirnos.

Y una vez indentificados estos obstáculos volvió a su propuesta, al hilo conductor: para hablar de Jesús hay que hacer comunidad con Él, “como hicieron los discípulos de Emaús”, “hay que conocer donde vive, su casa, la Iglesia.

Caminar Juntos

Con todo, El Rector Mayor, aportó un método de evangelización, en primer lugar y propuso, es segundo término, diferentes elementos estratégicos para la renovación:

En el método, tres etapas: (1) Ir a Jesús con las propias desilusiones, (2) Y caminar “desde el saber muchas cosas de Él, a dejarle hablar”, y (3) acogerlo en la propia casa.

Y es así como lo propuso para ser evangelizadores “debemos renovar la pastoral”, con una propuesta clara y práctica, que resumimos aquí en cinco puntos:

• “Ser testimonio de comunidad evangelizada y evangelizadora”
• “educar con tino. Salvaguardar juntamente la integridad del anunció y la gradualidad de la propuesta (…) sin retrasar el anunció explícito de Jesucristo.
• “Tener en cuenta los diversos contextos”.
• Prestar especial atención a la familia, que “como sujeto activo de la educación de niños y jóvenes, conseguirá que el trabajo por éstos sea más duradero y eficaz”.

 

Su ponencia fue acogida, escuchada y, posteriormente, leída. Sus palabras llegaron a los corazones de todos los presentes porque Don Pascual Chávez, Rector Mayor de los Salesianos, “el Don Bosco vivo” se muestra como un verdadero discípulo, por lo tanto, creíble apóstol.

No faltó en su intervención, al inicio de la misma, el saludo y agradecimiento a todos los presentes, desde el Cardenal Don Antonio Mª Rouco Varela hasta los suscriptores, catequistas y agentes de pastoral presentes. Teniendo una especial mención a Don José Manuel Estepa, recién nombrado cardenal y, según las propias palabras del Rector Mayor: “a quien tanto debe la catequesis postconciliar española”.

Su mensaje encaja perfectamente en la misión de las revistas que celebraban sus aniversarios, en sus propias palabras: “no celebramos el camino recorrido para sentarnos a descansar, sino para vislumbrar juntos horizontes por explorar. Siempre es hora de anunciar a Jesucristo; hoy se puede, lo debemos a la Iglesia y a los jóvenes, ir más allá de donde hemos llegado y llegar mejor de lo que hasta ahora hemos conseguido”.