Hemos sufrido graves daños”, ha señalado el sacerdote salesiano Ducange Sylvian, superior de los salesianos en Haití, refiriéndose a la situación de las obras salesianas tras el terremoto. Entre las víctimas mortales está el coadjutor salesiano Hubert Sanón, de 85 años.
En una breve y dramática comunicación con la Agencia iNfo Salesiana, Ducange Sylvian ha descrito la situación a las pocas horas del terremoto que sacudió Haití ayer martes, sobre las 16:53 hora local, y que alcanzó una magnitud de 7.3 en la escala de Richter.
En la capital, Puerto Príncipe, el colegio San Juan Bosco y la Obra de las Pequeñas Escuelas de Padre Bonhem, que también dirigen los salesianos, han sido de las más afectadas en la ciudad. En esta obra, colegio y casa de acogida para chicos de la calle, están bajo los escombros doscientos alumnos. También hay salesianos heridos.
Otras dos casas salesianas de Puerto Príncipe, la casa inspectorial y el posnoviciado, han sufrido graves daños. Dos jóvenes salesianos que estudiaban en la universidad, según las noticias conocidas hasta este momento, están desaparecidos.
La casa de formación del prenoviciado, que también es parroquia, en Carrefour-Thorland, cerca de la capital, ha sufrido también importantes daños. Una parte de la casa y el centro de acogida se han derrumbado. Los edificios de la obra Domingo Savio, en Petion-Ville, también cerca de la capital, han sufrido graves daños.
Las Hijas de María Auxiliadora han sufrido daños en las obras de Puerto Príncipe y “Santa María Mazzarello” en Pétion-Ville. En estos momentos se está recuperando en el hospital una salesiana.
“Es una situación muy difícil”, señala Ducange Sylvain. Los esfuerzos de los equipos de resacate y de los mismos salesianos se están concentrando en el rescate de los doscientos alumnos del San Juan Bosco.
Desde la República Dominicana
Juan Linares, salesiano de la República Dominicana que estuvo este verano pasado visitando los proyectos de la Fundación Proyecto Don Bosco, ha logrado ponerse en contacto con nosotros. Traemos su testimonio directo: “Ayer, un poquito antes de las seis, yo estaba aquí en la oficina. Estaba solo, trabajando en el ordenador y de repente noté que todo se mueve y me di cuenta que era un terremoto. Se sintió muy fuerte. Enseguida pensé que donde hubiera sido el epicentro debía ser muy fuerte. Luego las noticias nos indicaron que en la mayor parte de la República Dominicana se había sentido. En algunos sitios se asustaron mucho. Cuando se dio la alerta roja de posibilidad de un tsunami, esto puso más nerviosa a la gente. Menos mal que pronto avisaron que habían quitado la alerta.
Cuando supe que había sido sobre Puerto Príncipe me imaginé el desastre ocurrido, pues al conocer cómo es esa ciudad y las condiciones en que vive la gente era de suponer una catástrofe enorme.
Hemos tratado de comunicarnos con los salesianos de Haití, pero ha sido imposible, no hay comunicación. Ya sabemos que alguno de ellos ha muerte. Y, ciertamente, en la cuidad hay una situación de total destrucción.
Estamos viendo qué podemos hacer para ayudar a tantísima gente que nos necesita. Ya oramos mucho por ellos.”
Necesitan nuestra ayuda
La Congregación salesiana, a través de sus organismos centrales en Roma, se ha puesto en marcha para hacer llegar la ayuda necesaria a los salesianos de este país.
Desde la inspectoría salesiana de Sevilla, por su parte, el ecónomo ha hecho un llamamiento a todos los miembros de las comunidades educativo-pastorales, de la Familia salesiana y de todos los simpatizantes del vasto movimiento salesiano: “Urgen ayudas de todo tipo para ese pobre pueblo, que está entre los más pobres del planeta… Animo a las casas para que junto a lo que la inspectoría va a aportar, cada casa haga una colecta entre los alumnos, familia salesiana, etc…, con destino a Haití, y que en pocos días -antes del domingo- pueda ser enviada.”ww