Este verano está siendo muy diferente en la Casa Salesiana de Córdoba. Nuestro tradicional Oratorio de Verano Salesiano ha sido suspendido dada la situación de alerta sanitaria que estamos viviendo, teniendo en cuenta las indicaciones del Ministerio de Sanidad con el fin de proteger la salud de la población, y en especial, de los niños y familias que confían en nosotros cada verano.
Es por ello que desde el Centro Juvenil DOSA, junto con la pastoral de la Casa, no podíamos quedarnos sin hacer nada frente a las devastadoras consecuencias sociales y económicas que ha provocado el COVID-19.
Desde un primer momento, una vez anunciada la suspensión del Oratorio de Verano, un grupo de animadores se puso en contacto uno a uno con cada una de las familias con el objetivo de conocer su situación familiar, de manera que fuésemos conscientes de las necesidades de cada una para poder darles respuesta.
Creamos un grupo de voluntarios de toda la Familia Salesiana: Chavales de los grupos Sal Terrae, Hermandad Salesiana del Prendimiento, Hogares Don Bosco, Salesianos Cooperadores, Asociación de Antiguos Alumnos, profesorado, madres y padres del colegio y alumnos mayores de edad. Más de 50 voluntarios que están aportando su granito de arena, mañana y tarde durante todo el caluroso mes de julio.
En la actualidad estamos ayudando a 17 familias con alimentos, refuerzo escolar. La Fundación Proyecto Don Bosco nos ayuda con el asesoramiento laboral a esas mismas familias. Además, estamos ayudando en el Banco de Alimentos de Córdoba, Cáritas Parroquial de San Lorenzo, y la Asociación Compartir.
Desde Salesianos Córdoba nos hemos animado a ser enviados, como Jesús envió a sus Apóstoles a hacer el bien.
“Donde reina la caridad, ahí está la felicidad”
San Juan Bosco