Los destinos elegidos han sido Salisbury (Inglaterra) para los primeros y Bray (Irlanda) para los de Bachillerato.
La estancia lingüística dura una semana, durante la cual los alumnos conviven en familias del país de destino cuidadosamente escogidas para que nuestros chavales estén como en casa.
Una vez allí disfrutan de muchas y variadas actividades (excursiones culturales, Bowling, senderismo, juegos, ….); pero además aprenden inglés asistiendo a clases todas las mañanas con profesores nativos altamente experimentados.