Gran misterio es el de la fundación de la Congregación Salesiana que forma parte del gran misterio de la Iglesia. La hostilidad de los tiempos se hacía sentir entonces en Italia. . «Nuestra revolución tiende a destruir la Iglesia Católica»,»Comencemos por arrebatarle la mente y el corazón de nuestros hijos». Cerró seminarios, quitó escuelas a los religiosos, suprimió 35 familias religiosas…
Pero D. Bosco lo tenía claro: «No abandonaré a estos jóvenes tendremos grandes edificios, con dormitorios, talleres, espaciosos patios, iglesias, clérigos, catequistas, asistentes, jefes de talleres…»
Para Don Bosco aquello era cosa de Dios y también para personas clarividentes del mundo eclesiástico y civil. Aunque no todas. El mismo D. Bosco, en su intento de fundación de una congregación religiosa con un estilo evangélico nuevo,, fracasaba hasta con los mismos jóvenes. Pero la Señora de sus sueños, la que había estado junto a la comunidad cristiana desde el Cenáculo, le guiaba como Madre y Maestra, como Auxiliadora.
Histórico fue el encuentro de Don Bosco con cuatro jóvenes el 26 de enero de 1954. Allí quedó fijado para siempre: «Nos
llamaremos Salesianos» y lo importante será la caridad:»Dadme almas y llevaos lo demás».
El largo proceso de la fundación de la Congregación, lleno de de dones de Dios y no exento de contrariedades, vio gran luz el 18 de diciembre de 1859, hace 150 años. Con Don Bosco se reunieron y comprometieron los 26 primeros miembros de la Sociedad de San Franciscote Sales. Fue elegido Superior Mayor Don Bosco y Director Espiritual, por unanimidad y votación secreta, el subdiácono Miguel Rua.
Don Bosco se convirtió en el Fundador de la Congregación Salesiana y cofundadores, con él, un grupo de jóvenes y el Papa Pío IX. Hoy la Congregación está extendida por los cinco continentes. ¡Misterio de Dios!